Hola, soy Gerard

Mis valores 100% garantizados

En Romero Gardens, nuestros valores son el pilar de todo lo que hacemos. Nos enorgullece ofrecer un compromiso 100% garantizado de calidad, integridad y pasión en cada proyecto de jardinería. Desde el primer día, nuestra misión ha sido transformar los espacios verdes en obras de arte naturales que reflejan la visión de nuestros clientes.

Esto significa que, en cada paso del camino, mantenemos la más alta ética profesional y ponemos a tu disposición nuestra experiencia y creatividad para lograr un resultado excepcional.

Empatía

En Romero Gardens, la empatía es el corazón de nuestro negocio. Comprendemos que cada cliente es único, al igual que sus sueños y aspiraciones para su jardín. Nos esforzamos por escuchar atentamente tus deseos y necesidades, y trabajamos en estrecha colaboración contigo para garantizar que tu jardín sea una extensión fiel de tu visión. Tu felicidad y satisfacción son nuestras prioridades, y nuestra empatía nos permite brindarte un servicio personalizado y una experiencia sin igual.

Capacidad de trabajo

Nuestra dedicación y capacidad de trabajo son inquebrantables. Cada miembro de nuestro equipo comparte un compromiso férreo con la excelencia y la atención meticulosa a los detalles. Trabajamos incansablemente para que tu jardín alcance su máximo potencial, garantizando que cada planta, cada hoja y cada rincón estén cuidados con precisión y amor. No importa el tamaño del proyecto, nuestra capacidad de trabajo nos impulsa a superar tus expectativas y a hacer de tu jardín un verdadero paraíso verde.

Naturalista

Somos apasionados naturalistas en "Jardines de Ensueño". Creemos que la belleza de la naturaleza es inigualable y que nuestro trabajo es resaltarla. Nos esforzamos por utilizar prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente en todo lo que hacemos. Desde la selección de plantas nativas hasta la promoción de hábitats amigables para la vida silvestre, nuestro enfoque naturalista se refleja en cada jardín que creamos. Estamos comprometidos con la preservación y celebración de la maravillosa biodiversidad que la naturaleza tiene para ofrecer.

Experiencias que me han hecho desarrollar mi filosofía de vida

“Los cinco sentidos”
15 de octubre de 1980
Nací en Madrid, en una familia humilde. Mi padre era pintor y mi madre auxiliar de enfermería
10 años
Tengo dos hermanas, nos llevamos solamente un año, yo soy el más pequeño, estamos muy unidos.
15 años
Me gustaban los deportes, especialmente el fútbol. Teníamos una pequeña liga en el barrio.
19 años
Conozco a Marian, la que hoy es mi actual mujer.
Octubre, 1980
1990
1995
1999

Algunas de nuestras transformaciones

Convertimos un jardín sin alma en un espacio lleno de sentido y de personalidad.

Vista

Poder disfrutar con el sentido de la vista de todo el colorido, armonía e incluso tranquilidad, que nos ofrecen las plantas, paisajes, jardines o comunidades.




Oido

Gracias al sentido del oído podemos escuchar la naturaleza, con pequeñas cascadas en un jardín zen, pájaros anidando en los árboles y abejas polinizando flores.




Gusto

Éste sentido nos ofrece el placer de saborear productos de la tierra, a través de árboles frutales y pequeños huertos urbanos con todo tipo de frutos rojos (fresas, arándanos, grosellas…), y verduras y vegetales (lechuga, espinacas, zanahorias, tomates, remolacha…), disfrutando de su cuidado y lo más importante de su sabor.

Olfato

A través del olor a césped recién cortado, de todo tipo de flores, plantas y de tierra mojada, podemos sentir como la naturaleza nos rodea y nos envuelve, y a veces nos transporta a otros lugares e incluso a nuestra niñez.

Tacto

Con el tacto conseguimos diferenciar multitud de plantas diferentes, que nos llevan desde las espinas de los cactus, hasta la suavidad de las plantas suculentas, sin olvidarnos de la sensación que nos ofrece poder tumbarnos en una pradera de césped.

Algunas de nuestras transformaciones

Convertimos un jardín sin alma en un espacio lleno de sentido y de personalidad.

Vista

Poder disfrutar con el sentido de la vista de todo el colorido, armonía e incluso tranquilidad, que nos ofrecen las plantas, paisajes, jardines o comunidades.

Oido

Gracias al sentido del oído podemos escuchar la naturaleza, con pequeñas cascadas en un jardín zen, pájaros anidando en los árboles y abejas polinizando flores.

Gusto

Éste sentido nos ofrece el placer de saborear productos de la tierra, a través de árboles frutales y pequeños huertos urbanos con todo tipo de frutos rojos (fresas, arándanos, grosellas…), y verduras y vegetales (lechuga, espinacas, zanahorias, tomates, remolacha…), disfrutando de su cuidado y lo más importante de su sabor.

Olfato

A través del olor a césped recién cortado, de todo tipo de flores, plantas y de tierra mojada, podemos sentir como la naturaleza nos rodea y nos envuelve, y a veces nos transporta a otros lugares e incluso a nuestra niñez.

Tacto

Con el tacto conseguimos diferenciar multitud de plantas diferentes, que nos llevan desde las espinas de los cactus, hasta la suavidad de las plantas suculentas, sin olvidarnos de la sensación que nos ofrece poder tumbarnos en una pradera de césped.